Uno de los mejores, importantes e influyentes de todos es nuestra heroína Lara Croft; los gamers más veteranos como yo estarán de acuerdo conmigo sobre esto.

Sin duda, es la más querida por todos y todas: los chicos por su cuerpo de infarto y las chicas por ser una de las dos primeras mujeres de videojuegos que no dependía de un hombre para defenderse y se convertía en una verdadera heroína.

Yo conocí a Lara en 1996, en su primer juego, y me ha influenciado muchísimo en mi vida incluso en mi experiencia como jugadora de videojuegos. La tengo un cariño tremendo, tiene un nosequé que la hace tan humana como tu y yo y acabas teniéndola mucho afecto y la tratas como si fuera real (no creo que sea la única que piensa esto)… almenos yo.

Pero te preguntarás, ¿Pero cómo es ella para que digas que es tan espectacular? Es díficil responder a esta pregunta porque cualquier gamer veterano que haya jugado a Tomb Raider no sabe cómo describir exactamente a Lara,  ni su personalidad y ni siquiera sus juegos: con tan sólo jugar y estar horas con ella ya sabes cómo es, las palabras no son suficientes. Es verdad que la describí hace tiempo pero es imposible hacerlo sin dejar ningún detalle suelto.

En general, la experiencia Tomb Raider es algo que podría pasarme horas y horas escribiendo pero es imposible. Te podría decir que vives muchas cosas que nunca olvidarás, vale la pena echar un vistazo alrededor si es posible ya que no está nada mal los escenarios por los muchos detalles que posee (sobretodo los 3 últimos contando con el futuro TB9), la desesperación y los pequeños cabreos que te dan porque tienes saltos o movimientos justos qué hacer y no te salen casi ni a la primera, te atacan una manada de bichos, animales salvajes o enemigos humanos que no te dejan respirar pero sí tienes oportunidades para demostrar lo rambo que eres, o tienes que escapar corriendo, o investigas minuciosamente sitios desconocidos excesivamente silenciosos y/o oscuros que tarde o temprano acabas resolviendo puzzles, esquivando trampas y evitando altísimas caídas, entre otras más. Son situaciones que no tienen precio porque al final acabas con una satisfacción enorme y acabas por pensar que merece la pena todo el esfuerzo que has hecho. No te estarás equivocando.

Todas las horas que pasé (y también pasaré en el futuro) con ella fueron insustituibles y fue tal influencia para mí que gracias a ella perdí el miedo a estar en lugares que dan cierto miedo «por lo que pueda pasar ahí», disparar a criaturas horribles y/o mitológicos e incluso a machos vigoréxicos y enfrentarme a animales salvajes y a los perros doberman que venían a darme un mimito.

En fin, un sinfín de cosas que para mí son muy valiosas. Además, mi experiencia con ella hace que te interese por la mitología, las civilizaciones antiguas, sus historias, todo…. También jugar con Lara me ha permitido jugar otros juegos similares y aprender, a tener y aplicar en ellos aquella sensación que siento de que estoy dentro del juego y tengo una aventura o que acompaño al personaje en sus viajes. El resultado: una experiencia impresionante e inexplicable, disfrutas más los juegos, aprendes a cómo actuar y pensar en situaciones nuevas y sobretodo nunca te aburres.

La saga Tomb Raider es, efectivamente, una joya, y hay algo que nadie podría dudar de esto: aunque sí ha habido criticas a algún título como Angel of Darkness, no importa los altibajos que sufre en los juegos porque Lara sigue siendo la misma de siempre y se puede comprobar fácilmente en cada uno de ellos. Y esto es lo que anima a que se siga jugando aunque no guste o tenga fallos.

Estoy segura que cualquier gamer veterano no cambiaría sus horas de juegos con Tomb Raider por nada del mundo porque ella es única y nadie podrá superarla aunque sí alguno puede que le haga algo de sombra.