nurseanimeSi te gustan las chicas, estoy segura que no has podido evitar fijarte en los pechos de la chica de la imagen y has pensado «Dios, qué buena está» o «Qué enfermera más sexy, ojalá me cuide alguien así», ¿A que sí? Bueno, no es tu culpa, lo puse a propósito para que te dieras cuenta de lo introducido que está este estereotipo en tu mente.

La profesión de enfermería siempre ha estado ligada a la mujer aunque en sus inicios de su historia no era así. Es por esta conexión en que se producen uno de los estereotipos sexuales más universales que existen.

Lo puedes encontrar en los sex shops, en los carnavales, en las series de televisión, en las series de animación para mayores de 14 años y en los medios de comunicación como en los videoclips de cantantes (ejemplo, Up Out My Face de Mariah Carey), las noticias (el caso de que las enfermeras del Hospital San Rafael en Andalucía, fueron obligadas llevar falda, delantal y cofia) y los anuncios (H&S).

No es extraño ver a una enfermera como objeto de deseo sexual entre los adolescentes y hombres adultos. Existen dos motivos; el primero es por la sensación que tienen los hombres sobre el carácter de las enfermeras: amables, dulces, cariñosas, tímidas, serviciales y con una gran capacidad de cuidar, además de que permiten todos sus deseos posibles. El segundo motivo es por su uniforme; blanco o rosado pálido, con faldas cortas por encima de la rodilla, delantales, medias blancas y su gorrito que puede o no tener una cruz. La parte de arriba ben ajustada que puede tener botones o una cremallera y claro,  debajo de ella está todo deseo de los hombres: los pechos. Este tipo de uniforme lo consideran tan sexy que se vuelven locos.

No creo que no haya ninguno en que no haya soñado o fantaseado alguna vez que una enfermera bien atractiva entra en su habitación bastante provocativa, se deja pinchar o «auscultar» dándole más morbo y acabe jugueteando con ella, incluyendo en sus tiempos libres o al estar solos. En la intimidad no me parece mal, pero que sea mostrado e impuesto cultural y socialmente me parece descabellado y discriminatorio, hasta tal punto que ofende y créeme da cierto miedo trabajar porque no sabes hasta qué punto un hombre está bien de sus cabales o no.

Cualquier hombre se fijaría si la parte posterior del uniforme está algo abierto o que esté lo suficientemente ancho para que al agacharse pueda ver sus intimidades, porque es su naturaleza de «macho» pero la cosa cambia cuando aprovecha ese momento para mirar y se le sube la líbido o que está tan inmerso en ese «mundo sexual» que le impulsa a abusarla: desde persecuciones a toqueteos y violaciones sexuales. Normalmente los realizan los que padecen trastornos delirantes eróticos (se enamora de famosos, médicos y enfermeras porque los idealizan. Es un amor platónico de alguien inalcanzable ya que la otra persona no lo está y lo sabe, por lo que acaba en rencor y venganza), los sátiros (los hombres obsesivos sexuales) y los erotómanos (trastorno mental en que una persona tiene la creencia ilusoria de que una persona de un estatus superior está enamorada de ella). Menos mal que en mis 13 meses de prácticas de enfermería nunca me he topado con este tipo de personas.

No entiendo cómo que en la sociedad está aceptada, incluso no se tiene consideración o cuidado a la hora de hacerlo público sobretodo a los menores; por lo que debería estar mucho más controlado. Está más que claro que no lo está entre las enfermeras ya que se sienten cortesanas, objetos sexuales y no las valoran precisamente por su preparación académica y su profesionalidad.

Debemos recordar que la enfermería no es la única profesión en que se relaciona la mujer como objeto sexual, está también la azafata, profesora, cantante, camarera, abogada y secretaria. En el caso de los hombres, son mucho menor, pero existen. Dos ejemplos son el bombero, militar y policía. Por lo que todas estas profesiones están continuamente «sufriendo» estas connotaciones sexuales como algo implantado cultural y socialmente que, en mi opinión, no deberíamos tolerar sobretodo para prevenir la exposición a menores de edad.